martes, 22 de julio de 2014

Las ballenas y sus piojos


¿Ballenas con piojos? Sí, leíste bien. Los cetáceos, al igual que los humanos, son propensos de presentar infestaciones de parásitos desagradables (Fig. 1). Debo confesar que siento mucha pena por ellos, ya que no imagino estar infestada de piojos y no poder rascarme o espulgarme. Los piojos de ballena no son en realidad piojos, sino crustáceos parásitos de gran tamaño que viven en la superficie de la piel de los cetáceos (Fig. 2).

Eubalaena sp.
Figura 1. Eubalaena sp. infestada por piojos de ballena.
 Imagen tomada de Wikipedia, propiedad de la NOAA.

¿De donde salió el nombre de piojos?

No se sabe. Aunque es probable que hayan sido "bautizados" por los balleneros hace ya más de tres siglos, ya que según dicen, no pudieron evitar notar la semejanza en las proporciones que tienen los piojos de ballena y los piojos de humanos con sus respectivos hospederos (Figs. 1 y 5).


Veamos más de cerca
Figura 2.  Piojos de ballena. Imagen propiedad de (c)Girl Diver

Los piojos de ballena pertenecen a la familia Cyamidae, la cual comprende 4 géneros (Cyamus
Isocyamus, Neocyamus y Syncyamus) y 16 especies de distribución cosmopolita (Leung, 1967). Fueron documentados en 1758 por el mismísimo Linneo (Fig. 3). Estos crustáceos carecen de estadio larval pelágico, por lo que todo su ciclo de vida transcurre en su hospedero; esto es interesante, ya que su dispersión se ve limitada exclusivamente al contacto entre animales.

 Systema naturae
Figura 3. Extracto de la página 538 del libro Systema naturae


Otro aspecto muy interesante de los piojos de ballena, es que son hospedero-específicos, es decir, la mayoría de las especies de piojos de ballena son exclusivas o "endémicas" de determinadas especies de cetáceos. Por ejemplo, Cyamus boopis, es un parásito que solo podemos encontrar en la ballena jorobada Megaptera novaeangliae.

Sin embargo, existen otros piojos de ballena que pueden vivir en dos o más hospederos. La beluga Delphinapterus leucas y los narvales Monodon monoceros comparten entre si a las especies de piojos Cyamus nodosus y C. monodontis.

Los piojos de ballena se alimentan de la epidermis de sus hospederos, alimento que pueden obtener gracias a su aparato bucal y sistema digestivo especializados (Keith, 1974). Se ha sugerido que prefieren alimentarse de la piel con pigmentos (Rowntree, 1996). Para protegerse de ser "desprendidos" de su hospedero, estos crustáceos se alojan en zonas con pliegues, tales como las hendiduras genitales y el espiráculo.

Para ser unos animales pequeñitos, presentan una reproducción muy compleja, comenzando con el hecho de que los machos y las hembras no tienen una reproducción sincronizada. Las hembras están listas para aparearse tan pronto termina la muda, mientras que los machos están disponibles para aparearse todo el tiempo. Esto significa que hay más machos que hembras disponibles para el apareamiento, situación que ha generado una fuerte competencia entre los machos "ansiosos" por reproducirse. Esta particularidad reproductiva, ha tenido implicaciones en la evolución del grupo, como es el caso de un comportamiento muy singular en los machos conocido como "custodia de la pareja" (mate guarding). Éste tiene el objetivo de "asegurar" el apareamiento con una hembra. Básicamente, consiste en que un macho selecciona y "secuestra" a una hembra desde antes de la muda, asegurando así el apareamiento y fertilización de los óvulos, los cuales están contenidos dentro de una estructura situada en la parte ventral de la hembra conocida como marsupio (Fig. 4, m).
Durante la "custodia de pareja" el macho -de mayor tamaño- se posiciona sobre la hembra (la monta) y la sujeta juntando la base de las branquias externas de ella. Es como un tipo de amor asfixiante. Tras la fecundación, los pequeños ciámidos se desarrollarán en el marsupio de la hembra, para abandonarlo posteriormente cuando su desarrollo se haya completado. O eso se creía. Un estudio en donde se analizó el contenido estomacal de juveniles de gran tamaño aún contenidos en el marsupio, encontró que habían ingerido epidermis pigmentada (similar al contenido estomacal de los adultos), sugiriendo que probablemente, estos juveniles salieron temporalmente del marsupio para alimentarse (Rowntree 1996).

Podría pasarme profundizando más sobre este interesante tema, pero creo que podemos dejarlo para otra ocasión.  Espero que te haya parecido tan interesante como me lo pareció a mi.
¡Nos leemos pronto!

Figura 4. Morfología de un ciámido: Cyamus ovalis. (a) vista dorsal de la hembra, (b) vista ventral de la hembra, (c) vista ventral del macho. Note el marsupio (m), que es donde se alojan las crías. Imagen (c) Rowntree (1996).

Figura 5. Piojos de ballena. 





Referencias consultadas:


Otras fuentes consultadas:



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